En muchas ocasiones no hacemos las cosas porque nos dan miedo el fracaso y nos olvidamos que muchos llamados «fracasos» han traído grandes recompensas.
Que no obtengamos el resultado que deseamos no significa que no estemos obteniendo un resultado que sea perfectamente válido, solo que tal vez tenga otros propósitos. Y a veces, el camino directo al éxito es dar un rodeo.
- Por ejemplo, ¿sabías qué Harrison Ford no lograba despuntar en su carrera como actor, cuando acepto un trabajo de carpintería en la casa de George Lucas? de este modo tan poco habitual pudo leer parte del guión Star Wars al Sr. Lucas y este le selecciono para el papel protagonista.
- O ¿qué el músico Jack Johnson, ganador de varios discos de platino, quería ser un gran surfista, y tuvo que dejarlo por una lesión? tras este golpe del destino y sin saber que hacer, se inscribió en una escuela de cine y descubrió su talento musical.
- Coca Cola originariamente se creo como una medicina que prometía curarlo todo, y mira ahora en qué se ha convertido.
- Fue un fracaso lo que logro Spencer Silver, el científico de 3M que en 1968 invento un adhesivo que se despegaba con facilidad, cualquiera hubiera pensado que vaya adhesivo si se puede despegar, ¡qué inutilidad!, y sin embargo fue el origen del Post-it, precisamente su grandeza reside en que se puede despegar y reutilizar.
- Unos españoles en busca de oro descubrieron el camino más corto para ir del océano Atlántico al Pacifico, lo que hoy conocemos como Canal de Panama, que acorta la distancia en barco entre Nueva York y San Francisco nada menos que de 22.000 a 9.500 kilómetros.
- ¿Sabías qué la Torre Eiffel fue la construcción ganadora de un concurso que tenía como objeto la construcción de una estructura temporal que fuera fácil de desmontar? pues desde la Exposición Universal de 1887-1889 lleva en pie, más de 120 años y parece que aun le queda.
- O que el Ojo de Londres, también conocida como Noria del Milenio, a orillas del Támesis, también tenía como fin ser parte de la celebración temporal del cambio de milenio en el año 2.000, y sin embargo ya han pasado más de 10 años y se ha vuelto un icono de la ciudad.
Te invito a que cada vez que fracases lo veas como un hallazgo nuevo, que no inútil, y tal vez de esta forma puedas obtener mayor aprendizaje, y quién sabe, tal vez descubras la nueva formula de la Coca-Cola. El éxito es una actitud.
De cómo convertir el fracaso en éxito y de cómo ampliar la perspectiva, también trabajaremos de forma experiencial en el taller El Código del Éxito, no dejes pasar esta oportunidad de aprender los atajos que te llevarán a obtener mejores resultados en lo profesional y personal. Pulsa aquí para más información e inscripción.