No es de este milenio la preocupación de lo que otros piensan de nosotros, Lucio A. Séneca, hace dos mil años nos advirtió que nuestra atención debía estar en nuestro propio juicio y no en el que otros puedan hacernos. Y en aquella época no parece que existiera el concepto de marca personal o posicionamiento, pero aun así, la reputación y el posicionamiento existía, y podía marcar la diferencia en tu capacidad de influencia o liderazgo, y en consecuencia de los resultados que obtenías.
Por supuesto que lo que otros piensen de ti importa, vivimos en una sociedad en la que nos interrelacionamos constantemente, en la que lo que pensamos acerca de otras personas, condiciona nuestras acciones y decisiones. Cuando buscas consejo, lo haces teniendo en cuenta tu percepción de esa persona a quien preguntas. Cuando eliges un proveedor igualmente, en la ecuación que da como resultado una decisión, está el factor percepción personal hacia el interlocutor del mismo, y según el tipo de servicio o producto que quieras adquirir, esta variable puede tener un peso más relevante.
Ahora bien, si lo que piensas sobre ti mismo, no es positivo, esto de un modo u otro se verá reflejado en tu comportamiento. Y tu comportamiento es la base de la percepción que otros tendrán de ti, sí, tu comportamiento, no lo que dices. De forma consciente recogemos lo que nos cuentan, pero de forma inconsciente absorbemos muchísima más información, datos que van más allá de las palabras, gestos, acciones, etc. y al final, conformamos una sensación, un juicio hacia esa persona, esto es muchas veces más una sensación, que un análisis concienzudo, es más emocional que racional.
La base de una buena marca personal, comienza por tener una autoestima bien ajustada, es decir, ni creerte menos de lo que eres, ni tampoco más, sencillamente conocerte suficientemente como para aceptarte, quererte y trabajar en mejorar aquellas áreas que lo requieran. Puede que pienses que no tienen nada que mejorar, pero tú y yo sabemos, que si rascas un poco la superficie siempre aparecerán cosas, más que nada, porque precisamente el desarrollo humano consiste en esto, en no conformarnos con lo que hemos llegado a ser, y seguir avanzando para ser aún mejores de lo que ya podamos ser.
Conociendo esto, ¿qué piensas de ti? ¿cómo puedes modificar (sin autoengañarte) esos pensamientos a mejor? ¿cómo influiría esto en tu propia marca personal y en la percepción que otros tendrían de ti?
¿Cómo crees que afecta tu propia percepción de ti mismo a la que otros tendrán de tu marca personal? Cuéntanoslo en los comentarios, juntos sumamos mucho más y entre todos, nuestro aprendizaje se acelera. Y si te ha aportado valor, compártela en redes sociales, aportando valor a más personas lograremos juntos mejores resultados.
Aquí tienes la hoja de trabajo sobre la marca personal inspirada en las palabras de Lucio A. Séneca, recuerda que solo cuándo pones el conocimiento en acción es cuándo la magia de los cambios tienen lugar.
Bájatela ahora y mejora la percepción que tienes tú de ti mismo, y la que otros tienen de tu marca personal.
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La percepción que tienen los demás sobre mí es muy superior a la que tengo yo de mí misma. Y a pesar de eso, aunque por una parte sé que trabajo bien y que tengo ideas geniales, yo misma me las desprecio antes de llegar a cuajarlas, siempre le quito importancia a lo que hago. Es difícil cambiar la visión que tengo de mí.
Gema,
Muchas gracias por abrirte y tu sinceridad… no es sencillo, es cierto, pero no es imposible.
Nos han enseñado una humildad errónea, y también nos han enseñado reprendiendo los errores, no aplaudiendo los aciertos… por eso en muchas ocasiones nos encontramos con que nuestra percepción de nosotros mismos es inferior a la «realidad»… o al menos podría decirse que se aleja de ser realista…
No hagas justo como han hecho contigo, no busques tus errores, busca y celebra los aciertos de cada día, y pronto podrás comenzar a ver el equilibrio en tu vida…
Todos cometemos errores, pero está claro que acertamos más que erramos, o no estaríamos aquí, comenzando por el primer espermatozoide que llego al óvulo… 😉 nacimos siendo triunfadores… 1 entre 1 millón…. 😉
Te mando un fortísimo abrazo!