Creo que a todos, solo que unos lo consiguen y otros no, entonces ¿cuál puede ser al menos una de las claves para lograrlo?
Decía Peter Drucker que «el espíritu de una organización se crea desde arriba«, lo que significa que al menos, aunque no el único, uno de los pasos que han de darse es ser y comportarse como quieres que los demás sean y se comporten. Si esperas integridad, se el más integro, si esperas responsabilidad, responsabilízate el primero y si deseas compromiso, comprométete el primero con ellos.
Hay un dicho popular en España al menos que dice «Dios los cría y ellos se juntan», ni más ni menos es lo que por tendencia natural hacemos, acercarnos y mantenernos cerca de nuestros semejantes, de los que son como nosotros en algún u otro aspecto. En este sentido, además de poder valorar cuando contratas a alguien como es, el tiempo también dará su respuesta en este sentido, y una re-evaluación de la relación podría ser apropiada. Igualmente cuando vas a trabajar para alguien, ya sea tu jefe o tu cliente, valora también cómo son, porque aunque se que ahora estamos en una situación de escasez como para andar eligiendo clientes, bien es sabido por lo que tengan años de experiencia en estas lindes, que un cliente no íntegro, por poner un ejemplo, termina saliendo caro antes o después, y la cantidad de tiempo, recursos y energía que quita muchas veces no se ve compensada por el rendimiento económico que prometía la relación al inicio.
En este sentido la sugerencia es determinar qué valores son importantes y no negociables y cuáles tiene la posibilidad de tener más flexibilidad, y desde ahí intentar elegir a los colaboradores.
Aun así, ninguno somos perfectos, las relaciones tampoco lo son y desde esa «imperfección» o diferencias, es como obtenemos nuestro mayor valor, desde donde nos complementamos y sumamos más entre todos.
Este es mi punto de vista, ¿cuál es el tuyo? Entre todos sumamos y enriquecemos.
Imagen: calgrin