Ejemplos claros de esto son empresas como las siguientes:
- Apple: simplicidad y comodidad de uso de sus productos, iPod, iPhone, etc.
- Google: incluso su «diseño» es limpio, casi tiene, la funcionalidad sencilla y veloz.
- Amazon: incluso puedes comprar con un solo click, la sencillez a la mínima expresión.
Y así como estas seguro que conoces empresas que son dignos ejemplos de sencillez para el cliente.
Igualmente seguro que también sabrías decir de una larga lista de empresas que son más bien lo contrario.
En realidad muchas veces hacemos las cosas más complejas por dos motivos:
- Por ir demasiado rápido haciendo y haciendo, y no pararnos a pensar y simplificar.
- Por nuestro limitada comprensión de lo que estamos haciendo, y en ese sentido la dificultad que implica simplificar algo que no se termina de comprender.
Te invito a que te tomes el tiempo preciso, y respondas a las siguientes preguntas:
- En tu día a día, ¿qué podrías hacer que hiciera más sencillo trabajar contigo a las personas que te rodean?
- En tus productos o servicios, ¿de qué modo puedes hacer más sencilla la contratación, el seguimiento, y la comprobación de que esta resuelto todo? o ¿hacer más sencilla y rápida la compra y seguimiento del pedido? ¿o las reclamaciones en caso de haberlas y la subsanación del problema?
Ahora, te invito a que hagas una lista de acciones para poner en práctica esas respuestas que has pensado.
Y por último te sugiero que reserves un tiempo en tu agenda, con día y hora para comenzar a implementar las nuevas ideas de simplificación, de lo contrario podría ser que solo se queden en pensamientos, y eso no ayuda a tus clientes.
Imagen: jurvetson