En general muchas veces no se le da demasiada importancia a la experiencia del usuario en las PYMES.
Por usuario entiendo cualquier persona que consuma un producto o servicio de tu empresa.
La experiencia que vivimos la transformamos de forma consciente o inconscientemente en emociones, y estas son las que nos quedan retenidas en la memoria por mas largo plazo, los detalles como imágenes o palabras no solo las recordamos menos, si no que además en ocasiones las deformamos o cambiamos para que se adapten mejor a nuestros recuerdos.
Y si estas emociones, estos recuerdos son positivos ¿no repetirías la experiencia? Incluso aunque no sepas muy bien que te hace sentir tan bien al tratar con esa empresa en concreto.
Bien, pues hay muchas áreas de mejora de la experiencia del cliente:
- en el diseño de la documentación ya sean ofertas, manuales, informes, etc. (un libro tipo «para tontos» vs. El Quijote).
- por supuesto el packaging.
- las formas de contacto (cuantas y como de sencillas son).
- la simpatía y naturalidad en el trato.
- que el producto o servicio resuelva el problema del cliente, no solo tu contabilidad.
- que sea bonito, tanto en su estética como en su usabilidad, etc.
Te propongo un ejercicio, dedicar una hora diaria a la semana durante un mes a mejorar la experiencia de usuario de algún elemento de tu negocio.
Veras con ese pequeño trabajo lo mucho que mejora la relación de tus clientes con tu empresa y en definitiva con tu marca.