¿La calidad necesariamente ha de ser cara?
¿En general que prefieres comprar, calidad o precio?
¿Coincide lo que sueles comprar con lo que sueles vender?
Todas estas preguntas me han surgido a través de los comentarios que ha suscitado un post de Jeroen Sangers de El Canasto, en el que habla de que según David Allen (Jeroen y yo secundamos esta idea) el uso de buenas herramientas motiva a utilízalas con mas frecuencia y en este sentido a realizar las tareas paras que las compramos.
En este sentido un buen ejemplo es la informática, lo desesperante que es cuando tienes un equipo que no funciona bien, que se te queda colgado o es lento, además de que se te quitan las ganas de utilizarlo te entra desesperación.
¿Lo que proporcionas a tus clientes (sean productos o servicios) son usables, funcionan bien, apetece utilizarlos?
Podrías realizar una encuesta de satisfacción a tus clientes.
Trabajar con un emprendedor guerrillero es motivador y apetecible, ¡siempre sales energizado!.
¿Es cómodo y deseable trabajar contigo por parte de tus compañeros o por parte de tus clientes?
¿Qué puedes mejorar para que sea deseable trabajar contigo?