Es una cuestión importantísima, y esta pregunta se puede volver a repetir a lo largo de la vida de la empresa.
En general, en lo relativo a tener pareja sentimental nos tomamos nuestro tiempo, conocemos a la persona, salimos de vez en cuando, vamos observando si somos «compatibles», si nos entendemos, etc. y con el paso del tiempo nos planteamos ir avanzando hacia una vida juntos, compartir más cada día, supongo que estas de acuerdo.
Sin embargo, en la relación mercantil de socios, no hacemos nada parecido, y no por ello es una relación sin importancia en nuestra vida, si tenemos una única empresa y de ella depende nuestro sustento y el de nuestra familia, en realidad esta es una relación muy importante. Entonces ¿por qué nos emparejamos societariamente tan a la ligera a veces?
Voy a puntualizar algunos detalles que bajo mi experiencia personal y de clientes a los que he asesorado, tienen relevancia respecto a si asociarse y cómo hacerlo:
- En primer término, es muy, pero que muy importante darle la importancia que merece.
- Distinguir si el socio aporta capital (inversor) o si también aporta mano de obra (trabajador), en base a capital tendrá participación societaria, y en base a su trabajo cobrará todos los meses. Es importante que el trabajo de un socio no pueda ser realizado por cualquiera a un precio mucho menor o mejor realizado, entonces nos estaríamos equivocando. Este equilibrio es crucial.
- Contemplar opciones de ir poco a poco, no entrar en la sociedad con una participación importante, para dar tiempo a ir conociéndose.
- Valorar mucho el hecho de que este socio sea un familiar, esto puede tener muchas cosas buenas y también malas.
- Es importante que se realice un reparto de funciones según áreas de responsabilidad, y que se deje ejercer esa responsabilidad en la toma de decisiones.
- En ocasiones puede ser muy importante que un socio tenga una parte mayoritaria de la empresa, esto facilitará el no caer en un eterno debate en la toma de decisiones.
- Cada socio ha de ser un valor importante para la empresa, si cualquiera puede ser sustituido por un crédito o por un trabajador en nómina sin más complicación, tal vez es momento de pensar si es preciso asociarse a esa persona.
He conocido empresas que no funcionaban con socios, que la mejor forma era con un solo socio, también he conocido empresas que han durado y siguen durando con varios socios, por lo que no creo que haya una formula mágica que decida qué es mejor, pero si hay recomendaciones que pueden ser importante tener en cuenta.
En cualquier caso, yo siempre he pensado que si es posible y además conveniente, el camino es mucho más agradable cuando vas acompañado.
Imagen: Lenny Montana