Dice Robin Sharma que cada persona que conocemos al menos sabe una cosa que nosotros no sabemos, y nos sugiere que no la dejemos ir sin haberlo aprendido. Yo estoy totalmente de acuerdo, cómo mínimo tiene algo que enseñarnos.
Entonces ¿por qué estamos tan cerrados a escuchar con atención?, hay diversos motivos, entre otros podrían citarse el que pensamos que nosotros ya sabemos suficiente, incluso mucho por lo que ¿para qué dedicar energía a escuchar?También puede ser debido a la cantidad de cosas que tenemos en la cabeza, cantidad de cuestiones que reclaman nuestra atención, por lo que hay ocasiones en las que una más ya es demasiado, y dejamos el cuerpo ahí aunque en realidad nosotros ya nos hemos ido. Y así podríamos seguir citando un innumerable número de motivos por los que no prestamos atención a escuchar lo que nos están diciendo. Aquí lo importante es conocerse uno mismo y observar que te distrae e impide poner toda tu energía en la escucha de forma activa.
En coaching la escucha activa es imprescindible, es una habilidad a desarrollar, ya que quien habla comunica mucho más de lo que dice, recordemos que el 93% de nuestra comunicación es no verbal, es decir, no son las palabras, sino su tono, su volumen, los gestos que hacemos, etc. ¡el 93%!. Para percibir esta parte mayoritaria de la comunicación es preciso que estemos totalmente atentos.
Te invito a que al menos una vez al día mantengas una conversación en la que estés 100% atento, y así poco a poco desarrolles un nivel de escucha mucho mayor.
Como en todo entrenamiento, al comienzo cuesta hacerlo, pero poco a poco se convertirá en una habilidad inconsciente que llevaras a cabo sin el mayor esfuerzo.
Imagen: twenty_questions