¿Es azaroso el reparto de cartas, que nos dan para nuestra vida? ¿En ocasiones, está todo perfectamente organizado, dentro de un injusto plan? ¿Hay quién nace de pie y quién nace de cabeza? ¿Se trae desde el nacimiento, el pan debajo del brazo o hay que ganárselo? Éstas y muchas otras preguntas y creencias, están en el imaginario popular, ahora bien, ¿qué piensas tú? porque lo que pienses al respecto, determinará tu capacidad de tener éxito empresarial o también puede asegurar tu fracaso en los negocios.
El humorista americano Henry Wheeler Shaw, más conocido como Josh Billings, lo tenía claro, parece que nos aconseja, que no nos paremos tanto, a ver lo justo o injusto que es el reparto, sino que nos invita a enfocar nuestra atención, en cómo podemos jugar con lo que nos ha sido dado, y esto en el mundo de la empresa, diferencia el éxito del fracaso.
He conocido a muchas personas, que constantemente se quejaban de algo, del gobierno, de la crisis, de los clientes, de los empleados, de los jefes, casi podría decirse que de todo, incluso del tiempo meteorológico, algo que está totalmente fuera de nuestro control, como tantas otras cosas. ¿Crees que a estas personas, les iba bien en su negocio? ¿Cuántas posibilidades crees que tienen, fuera cual fuese su situación, de remontar y mejorar? Supongo que estás conmigo, en que realmente pocas o ninguna, en primer lugar, porque el tiempo que dedican a buscar culpables y hacérselo saber al mundo (ya que tienen el detalle de no guardárselo para sí mismos), es tiempo que no están dedicando, a buscar nuevos caminos, soluciones a los problemas que afrontan.
Pero además, y me atrevería a decir, incluso más importante, no se sienten responsables de su situación, y cuando una persona no es responsable de algo, lo habitual es que tampoco sienta, que pueda hacer nada para cambiarlo, o poco, en el mejor de los casos, lo que genera unas cadenas invisibles en su mente, que lo inmovilizan, y como si sobre arenas movedizas estuviera, le ayuda a hundirse más y más.
La clave está, en tener la mentalidad adecuada (el mindset que dicen en los países anglosajones). mentalidad ganadora, mentalidad de buscar soluciones, de sentirse capacitado de poder jugar y ganar, sean cuales sean las cartas que tengas en la mano.
Como empresario o profesional en activo, trabajar tu mentalidad, es clave para facilitar tu éxito. Tu mentalidad es a tu desempeño, lo que el sistema operativo es a un ordenador, si el primero no funciona bien, o no es el adecuado, el segundo no producirá los resultados adecuados.
Muchas veces la vida, nos pone en situaciones profesionales y empresariales cuanto menos difíciles, y esto requerirá de toda nuestra habilidad y determinación, de hecho, los grandes avances y las grandes fortunas, habitualmente se han hecho en momentos de dificultad, y tiene todo el sentido. Cuando las cosas nos van bien, nuestra tendencia es a acomodarnos y vivir lo mejor posible, pero cuando las cosas no nos van tan bien, es cuando agudizamos nuestro ingenio y estamos más abiertos a arriesgar, y justo, con ingenio y riesgo es como suelen lograrse buenos avances, nuevas formas de proceder, que nos ayudan a dar un buen salto en resultados.
Pero como decíamos antes, esto requiere que dispongamos la mentalidad o mindset adecuado, y esto no es algo que podamos comprar online, ni que podamos hacer responsables a nuestros padres, profesores o mentores. Es algo de lo que tenemos total responsabilidad, y que sea cual sea el que tengas ahora, puedes elegir modificarlo y mejorarlo.
Y ahora vayamos un paso más allá, ¿cuál es la mentalidad que predomina en tu empresa? ¿es de quejarse? ¿es de buscar soluciones? ¿es táctica? ¿es estratégica? porque ese es el sistema operativo, desde el que está funcionando. Viendo las mentalidades, que predominan en una organización, podrás saber fácilmente, cómo es su funcionamiento y hacia dónde se dirigen.
¿Te sentiste identificado con las preguntas iniciales? ¿Crees que tienes la mentalidad adecuada, para ganar en este juego competitivo de los negocios? ¿Qué sientes que te falta? ¿Dónde están tus fallos? Reconocerlo es el primer paso para solucionarlo. Me encantaría que compartieras tus reflexiones en los comentarios, juntos podemos aprender mucho más, y esto es la base de una mejor mentalidad empresarial. Y si te ha aportado este contenido y consideras que puede aportar, y hacer reflexionar a otras personas como tú, compártelo en tus redes sociales, juntos podemos ayudar a muchas más personas, a que desarrollen una mentalidad ganadora.
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Quejarse de la crisis, de los gobiernos, de la injusticia social, de jefes corruptos y sátrapas o de empleados ladinos que sólo buscan sedentarismo no implica no hacerse responsable, sino en muchas ocasiones, llamar a las cosas por su nombre y reclamar justicia social.
Porque no nos diferencia el «Mindset» de los australianos, nos diferencia la estructura social.
Tenemos derecho a quejarnos y eso nos vuelve quejicas sino dignos.
La creencia de que con tu esfuerzo lo consigues todo es una pirámide cada vez más vertical, fruto de un desconocimiento del cerebro humano, porque no todos podemos conseguir todas las cosas, sino sólo las que podemos conseguir, desde las matemáticas hasta el arte o la pintura.
Entiendo, acepto y valoro la motivación y el esfuerzo, pero no es el único ingrediente de la ecuación.
Los de la patera, no están precisamente en la zona de confort y los refugiado no están ante una «oportunidad» sino ante un enorme trauma con repercusiones intensísimas sobre al menos su salud física y psíquica.
Muy buenas Juan,
muchas gracias por compartir tu punto de vista y aportar valor….
Estoy de acuerdo que el cerebro de cada uno puede determinar nuestros límites, pero precisamente debido a los últimos descubrimientos en lo referente a la plasticidad del mismo, y la capacidad de seguir generando nuevas neuronas incluso en edades avanzadas ¿dónde está el límite? Soy de la opinión de que todos siempre podemos llegar más lejos de lo que pensamos que somos capaces… constantemente lo vivo en mi trabajo con personas… constantemente…
No me importa que hayan límites, siempre invito a ir un poco más lejos… además es la manera habitual de proceder de todos los entrenadores en cualquier área…. y el primer lugar donde ha de ir más lejos es en la mente… creer que se puede…
Tenemos tanto derecho a quejarnos por supuesto, como a hacer lo necesario para resolver problemas… para mi el problema viene cuando hay quejas pero no hay soluciones… y respecto al drama que mencionas de las personas que llegan en pateras a nuestras costas, refugiados o no… es cierto que muchos occidentales nos quejamos de esta situación, pero ¿cuántos colaboran de algún modo (no solo económico, aunque este sería un principio…) con las instituciones que ahora mismo están ayudando como pueden a estos seres humanos? y no vale caer en lo fácil de que muchas ONGs no son transparentes, que el dinero se queda en el camino, etc. hay suficientes ONG pequeñas, transparentes, donde sus promotores se juegan la vida para salvar la de otros… y necesitan ayuda, principalmente económica…
Este es un rápido ejemplo que acabo de encontrar haciendo una búsqueda en Google: http://www.elmundo.es/internacional/2016/09/26/57e8024e22601d02748b458f.html
Creo que este siglo debería ser recordado por uno siglo en el que la humanidad redujo las quejas y aportó más esfuerzo en las soluciones…
En cualquier caso, en mi post no me estaba refiriendo a estas personas que están viviendo un drama humano inimaginable…
Muchas gracias por pasarte por La Trinchera y aportar… 🙂
Hola Fernando, buenas noches, la verdad que estoy totalmente de acuerdo contigo en que la mente igual que te puede hacer tocar el cielo, también te puede hundir en la más mísera de las situaciones, yo prefiero optar por la primera y solucionar todos los problemas que se me pongan delante en la vida, no me gusta acumularlos, y lo del derecho al pataleo sólo lo empleo cuando después de haber dado todos los pasos posibles, la cosa no sale como debería, ya que lo de quejarse para no hacer nada, y darle al músculo tonto (la lengua), lo encuentro en ese sentido una pérdida de tiempo, y lo que hay que hacer es ponerse a la acción y encontrar soluciones satisfactorias para lo que se tiene entre manos, y por el momento éso es todo.
Un fuerte abrazo, cuídate que tú sí que sabes y seguimos creciendo.
Muchas gracias Cristina por compartir tu sentir….
Estoy de acuerdo en que es mucho más productivo y eficaz pensar qué puedes hacer a andar quejándose…. sin que esto implique que traguemos con todo y no expongamos en un momento dado nuestra opinión o desacuerdo con algo…. por ejemplo el tema político, pero siempre luego volviendo al ¿y yo que puedo hacer?
Al final tus resultados siempre dependerán más de lo que hagas que de lo que pienses…. ahora, no olvidemos que terminaremos haciendo aquello que pensamos… jejejeje
Un fuerte abrazo y cuídate tu también y sigue creciendo! a no ser que tengas otros planes! 😉 😀
Gracias Fernando por tus palabras.
En efecto a veces parece que todo sirve para todo y que todo humano puede todo, pero eso me temo no somos capaces de decírselo a quienes como bien defines sufren un drama inimaginable. Con que tengamos en cuenta que nuestras herramientas del mundo moderno, motivadoras, no son necesariamente eficaces en circunstancias tan trágicas me conformo :).
Sobre las neuronas lo conozco bien, es mi profesión y ostras cada día escucho cosas incorrectas sobre ellas. Se generan unas poquitas en el hipocampo y en el bulbo olfatorio. No existe una neurogénesis «generalizada» por la cual podamos mediante plasticidad (una palabra bastante manoseada por cierto) renovar nuestro cerebro como plastilina. De hecho hay muchas estructuras en las que las plasticidad es mínima, por 2 motivos: no sería bueno para la supervivencia, y ahí no llega el aprendizaje porque son estructuras profundas. No es necesario usar las neuronas para justificar una creencia. La neuroplasticidad no llega ahí, es mucho más compleja. El cerebro, tan ridículamente expresado hoy en día, no funciona como nos dicen los coaches, funciona como descubrimos los neurólogos, psiquiatras y psicólogos.
En la misma dirección un problema grave en muchísimas ocasiones deja tan tocada la estructura que nada de reto u oportunidad. Se perdió una mente… a veces para siempre. No todo el mundo puede salir de una violación por ejemplo. No es cuestión de ánimo, ni de creencias, ni de mindset ni de nada eso. Eso puede funcionar hasta cierto punto como psicología positiva en un entorno muy específico, pero no se puede generalizar al humano y a su día a día porque cuando una paciente violada viene a consulta y ha leído que ella puede superar todo, me están machacando más al paciente. Puede que ella, incluso con las mejores psicoterapias del mundo no consiga superar el stress postraumático. Cuidado con el uso indiscriminado de palabras «positivas». Ese sería mi aporte y cuidado con el uso de términos como plasticidad, neuronas, neurociencia, aprendizaje, sin haberlo estudiado de forma profunda.
Entiendo donde vas y lo respeto, lo que creo es que cuando se generaliza es un problema. Yo también vivo cada día con gente que a veces creyendo más allá conseguirán cosas y otras veces no lo consiguen aún creyendo mucho. La ecuación no sólo tiene un término llamado yo. Contiene otros como genes, ambiente y justicia social. Ya pueden creer los de las pateras, los refugiados, las mujeres con ablación del clítoris en Africa. Que crean lo que quieran… que de donde están apenas alguien sale y probablemente no sólo por inteligencia o esfuerzo, sino también por imponderables, que toda vida humana contiene. Y si parece muy exagerado podemos ir aquí a excluidos y deshauciados con 86 años y les decimos que vayan más allá…o que usen neurogénesis.
Respeto y admiro lo que dices, y tu caracter jovial y positivo, un lujo. Pero a veces me parece que se generaliza, que no vemos, o que se usan términos médicos ejemplo neurogénesis con poco rigor. Y que por raro que te parezca gente que sufre puede leer tu blog, así llegué aquí, y entender que «si tu quieres puedes» con «neuroplasticidad» es 100% real.
Dicho esto, demos el todo por el todo, cada uno hasta donde pueda y con sus circunstancias.
Y si no llega, es tan humano como nosotros.
un abrazo y gracias por tu mensaje y vitalidad
Gracias a ti Juan por aportar tanto valor…. :))))))
Si, hay que ver el problema que se trata para ver qué herramientas son necesarias…. no podemos ir por ahí con un martillo como si todo lo que hubiera en el mundo fueran clavos…. ;)))
Gracias por las aportaciones neurológicas…. y permíteme matizar, que el cerebro tampoco no funciona como nos dicen los neurólogos, psiquiatras y psicólogos… al igual que tampoco como dicen los coaches… funciona como funciona, y el resto son interpretaciones a los últimos descubrimientos científicos al respecto. No creo que un título le proporcione a alguien automáticamente autoridad en un tema, le predispone, pero no se la da… he visto a muchas personas aprobar carreras y sin embargo no me pondría en sus manos para nada… creo que es importante hacer esta distinción sin necesidad de entrar en otro debate…. espero que estés de acuerdo 😉
Esto es un debate que me parece interesante… aunque estoy de acuerdo contigo en que no se puede generalizar, ya que la generalización es posiblemente la peor de las afirmaciones, y en casos tan traumáticos como en una violación, la generalización puede ser aun más errónea y dañina… ahora bien, y tratándolo desde la errónea generalización…
¿Quién hace más daño a alguien, quien le asegura que no puede o quien le asegura que puede lograr algo? En la historia hay muchos ejemplos de grandes genios a los que se les tildo de digamos «no muy buenos», por no decir inútiles, en áreas justo donde luego triunfaron… ¿hasta que punto ya lo sabemos todo sobre la ciencia del ser humano como para aseverar tan rotundamente ciertas cosas? En mi opinión las aseveraciones hasta cierto punto es mejor moderarlas… y ahora si, yendo a los casos concretos estar más a la expectativa y ver las respuestas de los pacientes/clientes/etc. que a nuestra propias creencias…
Totalmente de acuerdo, y si en algún momento he utilizado alguna terminología médica, científica o de cualquier otro tipo, de forma errónea, de verdad que pido disculpas a ti y a todas las personas que lo hayan leído o puedan leer…
Si es cierto que muchas veces cuando escribo, hablo un tanto en genérico, y también por esto no puedo proporcionar «recetas» detalladas para según que caso…. aunque en cualquier caso, siempre procuro dejar claro el matiz profesional desde el que estoy tratando cada tema…. en ningún caso hablo de casos clínicos, ni patologías, ni nada a esos niveles… porque no es mi área de conocimiento… y por lo tanto no es donde puedo aportar valor… es cierto que esto está en abierto y que cualquiera puede leerlo e interpretarlo a su manera… totalmente cierto….
Esa es mi forma de pensar, demos el todo por el todo… al máximo…. y disfrutemos de conocer de lo que somos capaces… y si es posible (siempre lo es) ayudemos a otros a que den su máximo…. aunque su máximo y el nuestro o el de otros no sea el mismo… eso no es lo importante…
Un fuerte abrazo y gracias sinceras por todas tus aportaciones y aclaraciones…. aportan un valor incalculable a todos…
Yo creo que de pequeños deberían enseñarnos que sólo nosotros somos los únicos responsables de todo aquello que nos afecte, tanto lo bueno como lo malo.
Así, al aprenderlo desde niños lo tendríamos interiorizado y dejaríamos de poner excusas al por qué pasan las cosas. Y o bien intentaríamos poner soluciones o, cómo no, también podría servirnos quedarse callados.
Al final todo es cuestión de actitud y el que se pasa el tiempo echando balones fuera ya está claro que tiene una actitud poco acertada.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo Rafael, y aunque como bien dice Juan en un comentario más arriba, vivimos en una coctelera con muchos más ingredientes que los propios, y muchos más de los que podemos ejercer un control o influencia, la actitud desde la que trabajamos las cosas lo puede cambiar todo…. y la actitud que mencionas de sentirnos responsables de nuestra vida, de cómo nos afectan las cosas de nuestro entorno me parece fundamental para poder lograr cambios y mejoras…
Al igual que también aceptar aquello que no podemos cambiar… pero poner el foco en lo que si podemos e intentarlo al menos…
Ojalá algún día sea algo que se enseñe en las escuelas y en las casas… ¿te imaginas? ¿cómo sería el mundo que crearía una generación de niños así? wow…….
Un fuerte abrazo Rafael y gracias por tu aportación!
Gracias Fernando. Se me pasó contestarte.
Entiendo lo que dices salvo en lo que me toca profesionalmente jeje… que una cosa es que haya malos médicos y otra cosa es que un coach sepa lo que es una neurona o una neurogénesis de verdad más allá de un par de powerpoints. Quienes estudian el cerebro y su comportamiento, mejor o peor, somos nosotros y de verdad que nos aterra lo que en la cultura popular se propaga como cierto y no lo es, haciendo flaco favor a los descubrimientos que tanto cuestan.
Respecto a lo que daña claro las limitaciones como los excesos son perjudiciales y unos no pueden servir para justificar los otros. Tenemos que dar todo lo posible, cuidando las consecuencias… que los sobreesfuerzos también se pagan, y generar en nosotros la máxima responsabilidad como dice el compañero.
Un fuerte abrazo y muchas gracias por estar ahí!
No te preocupes Juan, si vamos todos como podemos…. 😉 muchas gracias por responder… 😉 de verdad….
Te comprendo y estoy de acuerdo, los descubrimientos cuestan mucho y más este tipo de avances… y verlos mal resumidos (por decir algo), y mal utilizados por unos u otros, no gusta a nadie… y hacen mal a todos…. al menos yo también lo veo así….
Si…. todo cambiaría mucho si nosotros nos hicieramos completamente responsables de nuestra mente, nuestra salud, nuestro trabajo,…. cambiaría mucho…. especialmente nuestras limitaciones, las veríamos más lejanas…. aunque solo fuera por necesidad 🙂
Un fuerte abrazo Juan y muchas gracias a ti por pasarte por La Trinchera… también tu trinchera! 😉 😉